Los oráculos existen en diferentes culturas y tienen un carácter místico, espiritual e incluso religioso. El oráculo es la respuesta a una pregunta personal, dentro de un juego de adivinación que usará un lenguaje u otro según el diseño e ideas que haya tenido el/la autor/a de la baraja. Generalmente sobre el presente o el futuro, y funciona como un método de exploración.

En este sistema de cartas hay un oráculo, donde he extraido algunas ideas y frases literales de mi tía abuela monja durante mis visitas a su convento. Fue mi guía hasta sus 103 años de edad, habiendo cumplido 85 años de vida religiosa. Ella fue una fuente de energía cariñosa y alegre hasta el último día, y quise que la sencilla pero valiosa sabiduría de una persona tan longeva y llena de gracia viajara por el mundo.

Las cartas se llaman Luz o Cruz, como si fuera una moneda de oro (cara o cruz), de manera que boca abajo vemos la X y cuando sacamos una carta veremos la cara, una luz —o consciencia.

La pregunta es: “Qué cruz estoy cargando hoy?”, cierra los ojos, concentra tu atención en qué te está haciendo sufrir. Escoje una carta.

Cada carta tiene 3 partes:

La cruz es la primera, y se refiere a aquello que hace sufrir normalmente a las personas por el simple hecho de ser humanas; son sufrimientos del insconsciente colectivo que todos compartimos. En este momento, tu carta muestra la cruz que estas cargando ahora y te pesa actualmente. Ahora bien, la luz es la segunda parte de la carta, es la medicina simbólica que puede aliviarte. Léela y deja que resuene en el templo imaginario de tu mente, como si un maestro japonés te leyera un haiku. No saques conclusiones hasta que leas la tercera parte de la carta.

La última parte es la Consciencia que necesitas tener. Una vez eres consciente de algo, se producen cambios en tu comportamiento y solamente debes tenerla en cuenta. Hazla presente en tu mente durante los próximos dias.